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ANGELO MOCHI
POINTER Y AMISTAD EL SIGNIFICADA DE UNA VIDA
Es un personaje destacado de la cinofilia italiana, criador de pointers, cazador y gran señor en el campo de las competiciones de trial europeas,que muchas veces ha ganado, siempre con carácter vencedor, deportivo y cívico y sin resultar nunca arrogante.
Su colección de éxitos es riquísima: una larga lista de campeones de la que pocos pueden presumir. Pero si se le preguntase por lo que más valora, diría que son las personas y la estrecha relación con ellas lo que le ha proporcionado las emociones más intensas. “Los perros forman una gran parte de mi vida y de mi día a día, pero en la base de esta pasión están la familia y los amigos”. Su mujer, Tea, sus hijos Nicoleta y Piermario y sus nietos Marcello, Chiara, Franchesca e Alberto son quienes llenan su corazón. Y tras ellos, o mejor dicho, con ellos, está Stefano Girandola, hijo del gran Eugenio, y muchos amigos con los que comparte costumbres vitales y deportivas.
Fue Luigi Cosonni quien le hizo descubrir el mundo de la cinofilia. Gracias a él compró su primer pointer, Ras, procedente del afijo Clastidium, una fuente de grandes talentos que Franco Ravetta diseminó por toda Europa. “Ras me dio las primeras grandes satisfacciones. Supo vencer en pruebas de perdiz y en clásicas de codorniz, y me envolvió en un hechizo del que ya no pude liberarme. Nunca he abandonado la escopeta, y no concibo el deporte de la cinofilia separado de la caza, pero las primeras emociones que sentí en ese nuevo mundo al que me había catapultado consiguieron embrujarme para siempre.”
POINTER Y AMISTAD EL SIGNIFICADA DE UNA VIDA
Es un personaje destacado de la cinofilia italiana, criador de pointers, cazador y gran señor en el campo de las competiciones de trial europeas,que muchas veces ha ganado, siempre con carácter vencedor, deportivo y cívico y sin resultar nunca arrogante.
Su colección de éxitos es riquísima: una larga lista de campeones de la que pocos pueden presumir. Pero si se le preguntase por lo que más valora, diría que son las personas y la estrecha relación con ellas lo que le ha proporcionado las emociones más intensas. “Los perros forman una gran parte de mi vida y de mi día a día, pero en la base de esta pasión están la familia y los amigos”. Su mujer, Tea, sus hijos Nicoleta y Piermario y sus nietos Marcello, Chiara, Franchesca e Alberto son quienes llenan su corazón. Y tras ellos, o mejor dicho, con ellos, está Stefano Girandola, hijo del gran Eugenio, y muchos amigos con los que comparte costumbres vitales y deportivas.
Fue Luigi Cosonni quien le hizo descubrir el mundo de la cinofilia. Gracias a él compró su primer pointer, Ras, procedente del afijo Clastidium, una fuente de grandes talentos que Franco Ravetta diseminó por toda Europa. “Ras me dio las primeras grandes satisfacciones. Supo vencer en pruebas de perdiz y en clásicas de codorniz, y me envolvió en un hechizo del que ya no pude liberarme. Nunca he abandonado la escopeta, y no concibo el deporte de la cinofilia separado de la caza, pero las primeras emociones que sentí en ese nuevo mundo al que me había catapultado consiguieron embrujarme para siempre.”
Empieza así una unión con Eugenio Girandola que durará ininterrumpidamente más de cuarenta años, y que será cada vez más estrecha hasta convertirse en un verdadero cariño familiar.
Conoce a Franco Cervi Ciboldi, criador de setters y pointers con el afijo de Campo di Ferro y también a Aurelio Apollonio, el primer titular de
la reserva donde Eugenio Girandola desarrollaba el trabajo de guardabosques, el otro criador de pointers y dueño de Celo della Baraggia, uno de los primeros grandes trialers conducidos por Eugenio.
Es el inicio de una sociedad, primero con Eugenio como figura principal y más tarde con Stefano, de la cual pasan a formar parte, en una confluencia de emociones y afectos, cada vez más personas y amigos atraídos por la pasión compartida por los perros, la caza y la cinofilia. De esta forma, Angelo queda fascinado y contagiado por la desbordante personalidad de Giorgio Guberti, que le ofrece a Ippocrate del Vento, uno de los primeros y singulares trialers nacidos del criadero de Campiano. Ippocrate dejará una marca importante como reproductor de la raza
pointer y señala el comienzo de Stefano como conductor, quien en Serbia obtendrá el primer Cacit de su carrera.
El equipo se enriquece con nuevos talentos gracias a los contactos que Angelo crea y mantiene en el mundo de los criadores. Francesco Ravetta, que utiliza a Ippocrate y Celino en la reproducción, obtiene de Cervesina nuevas genealogías.
A Casa del Bosco de Groppo di Piozzano llegan Clastidium Miller, Milton, Mora y Humbria, y, a través de Aurelio Apollonio, llega un trialer de gran valor, Clastidium Fauno. Stefano pierde su timidez y compite en igualdad de condiciones con los grandes conductores del momento.
Apollonio – mentor y sabio consejero de Glauco Manenti, criador con el afijo del Celo – es el artífice de un movimiento que será histórico. Al equipo Mocchi llega Iala del Celo, una de las más grandes hembras que la raza pointer haya producido jamás, hija de Ardito y portadora de los mejores genes del Vento. Otro movimiento es fundamental en la vida cinófila de Angelo Mocchi: “Al equipo Girandola había llegado un grupo de nuevos amigos italo-suizos: Claudio Macchiavelli de Santa Margherita Ligure, que me regaló a Cochi della Cervara, el cual había conseguido el título
de Campeón Absoluto; y Roberto Pedrazzetti de Giubiasco, del cantón del Tesino, que en ese momento tenía una hembra de grandes capacidades, Ellée de la Lembaz. De Suiza venía también un pointer de cría francesa pero propiedad de Jaques Bouignon, titular del afijo de la Lembaz. Un personaje curioso el tal Buignon, un poco hosco y
siempre enfrentado con alguien, pero conmigo se llevaba bien. En resumen, un día me llamó y me dijo: Te regalo a Hardy, que corra para ti”. Hardy era Hardy de Bois des Perches, pointer de excelente factura con un temperamento incontenible y unas dotes venatorias marcadísimas, genial e impredecible como todos los grandes talentos.
Se trata de un periodo fecundísimo en resultadospara Stefano Girandola y para el equipo. Iala gana una Copa de Europa en Bélgica con una prueba ejemplar y, sobre todo, pasa a ser universalmente reconocida incluso por sus adversarios. Iala y Hardy están en la cresta de la ola, parecen hechos para integrar y compensar las mejores virtudes y
los pocos defectos del otro. De esta forma nace la decisión de cruzarlos con la bendición de todos.
Una decisión muy oportuna porque de la camada nacieron ejemplares de extraordinaria homogeneidad y valor que compondrían un quinteto que durante años dejaría su marca en los campos de toda Europa, la brigada M: Milord, Maitò, Milady, Mia y Mora, todos bajo el afijo de Groppo.
Nuevos trialers y nuevas amistades. Milady, con derecho de monta para Jaques Buignon, correrá algunos años con pasaporte suizo antes de volver a Italia acogida por Franco Zacchello; Mia se quedará en el equipo gracias a Luigi Parpajola y Mora se convertirá en Campeona de Serbia de la mano de Dragan. Y junto a los éxitos del equipo y de estos pointer extraordinarios, está el abrazo afectuoso de muchos apasionados de la raza y del Pointer Club. “Fueron años bellísimos en la vida del club al que siempre he estado ligado. Franco Zurlini, Pino Dellatorre y sobre todo
Carlo Zironi, con quienes siempre he tenido una particular afinidad, fueron un punto de referencia importantísimo para mí. Con ellos y con otro gran amigo, Jean Claude Darrigade, compartí momentos de gran satisfacción que culminaron con la doble victoria de Milord y Milady en el Campeonato Europeo de 2000 en Corbeille”.
Fue un periodo realmente mágico, de valiosos éxitos porque también los adversarios era de gran valor. En esa época corrían Nobel, Ribot y otros grandes campeones, pero la brigada M supo imponerse constantemente y cuando terminó su presencia en los campos se siguió materializando en la cría.
Uno de los secretos de Angelo Mocchi: “ Llevarlos a cazar. Antes de que Milord y Maitò fueran a entrenar con Stefano, vinieron conmigo a la montaña, e incluso terminada su carrera, Maitò me regaló hermosas jornadas de caza. Desgraciadamente Milord tuvo un accidente, y, para su suerte,
solo pudo dedicarse... a las hembras.” La lista de trialers de la casa Mocchi podría se-guir, la suya es una historia de gran continuidad que, sin interrupción, llega hasta hoy. En el equipo hay dos vencedores: Igor, próximo campeón
absoluto y Ria dei Boselli, una valquiria de gran clase que renueva el boato de otras dos grandes hembras del equipo Girandola: Zora di San Pellegrino y Emilia di Montale Rangone.
Desde este punto parte de nuevo su historia, una historia de pasión destinada a perdurar por mucho tiempo. El próximo trialer podría llamarse Miasceltacaruso.
Pino Dellatorre
Conoce a Franco Cervi Ciboldi, criador de setters y pointers con el afijo de Campo di Ferro y también a Aurelio Apollonio, el primer titular de
la reserva donde Eugenio Girandola desarrollaba el trabajo de guardabosques, el otro criador de pointers y dueño de Celo della Baraggia, uno de los primeros grandes trialers conducidos por Eugenio.
Es el inicio de una sociedad, primero con Eugenio como figura principal y más tarde con Stefano, de la cual pasan a formar parte, en una confluencia de emociones y afectos, cada vez más personas y amigos atraídos por la pasión compartida por los perros, la caza y la cinofilia. De esta forma, Angelo queda fascinado y contagiado por la desbordante personalidad de Giorgio Guberti, que le ofrece a Ippocrate del Vento, uno de los primeros y singulares trialers nacidos del criadero de Campiano. Ippocrate dejará una marca importante como reproductor de la raza
pointer y señala el comienzo de Stefano como conductor, quien en Serbia obtendrá el primer Cacit de su carrera.
El equipo se enriquece con nuevos talentos gracias a los contactos que Angelo crea y mantiene en el mundo de los criadores. Francesco Ravetta, que utiliza a Ippocrate y Celino en la reproducción, obtiene de Cervesina nuevas genealogías.
A Casa del Bosco de Groppo di Piozzano llegan Clastidium Miller, Milton, Mora y Humbria, y, a través de Aurelio Apollonio, llega un trialer de gran valor, Clastidium Fauno. Stefano pierde su timidez y compite en igualdad de condiciones con los grandes conductores del momento.
Apollonio – mentor y sabio consejero de Glauco Manenti, criador con el afijo del Celo – es el artífice de un movimiento que será histórico. Al equipo Mocchi llega Iala del Celo, una de las más grandes hembras que la raza pointer haya producido jamás, hija de Ardito y portadora de los mejores genes del Vento. Otro movimiento es fundamental en la vida cinófila de Angelo Mocchi: “Al equipo Girandola había llegado un grupo de nuevos amigos italo-suizos: Claudio Macchiavelli de Santa Margherita Ligure, que me regaló a Cochi della Cervara, el cual había conseguido el título
de Campeón Absoluto; y Roberto Pedrazzetti de Giubiasco, del cantón del Tesino, que en ese momento tenía una hembra de grandes capacidades, Ellée de la Lembaz. De Suiza venía también un pointer de cría francesa pero propiedad de Jaques Bouignon, titular del afijo de la Lembaz. Un personaje curioso el tal Buignon, un poco hosco y
siempre enfrentado con alguien, pero conmigo se llevaba bien. En resumen, un día me llamó y me dijo: Te regalo a Hardy, que corra para ti”. Hardy era Hardy de Bois des Perches, pointer de excelente factura con un temperamento incontenible y unas dotes venatorias marcadísimas, genial e impredecible como todos los grandes talentos.
Se trata de un periodo fecundísimo en resultadospara Stefano Girandola y para el equipo. Iala gana una Copa de Europa en Bélgica con una prueba ejemplar y, sobre todo, pasa a ser universalmente reconocida incluso por sus adversarios. Iala y Hardy están en la cresta de la ola, parecen hechos para integrar y compensar las mejores virtudes y
los pocos defectos del otro. De esta forma nace la decisión de cruzarlos con la bendición de todos.
Una decisión muy oportuna porque de la camada nacieron ejemplares de extraordinaria homogeneidad y valor que compondrían un quinteto que durante años dejaría su marca en los campos de toda Europa, la brigada M: Milord, Maitò, Milady, Mia y Mora, todos bajo el afijo de Groppo.
Nuevos trialers y nuevas amistades. Milady, con derecho de monta para Jaques Buignon, correrá algunos años con pasaporte suizo antes de volver a Italia acogida por Franco Zacchello; Mia se quedará en el equipo gracias a Luigi Parpajola y Mora se convertirá en Campeona de Serbia de la mano de Dragan. Y junto a los éxitos del equipo y de estos pointer extraordinarios, está el abrazo afectuoso de muchos apasionados de la raza y del Pointer Club. “Fueron años bellísimos en la vida del club al que siempre he estado ligado. Franco Zurlini, Pino Dellatorre y sobre todo
Carlo Zironi, con quienes siempre he tenido una particular afinidad, fueron un punto de referencia importantísimo para mí. Con ellos y con otro gran amigo, Jean Claude Darrigade, compartí momentos de gran satisfacción que culminaron con la doble victoria de Milord y Milady en el Campeonato Europeo de 2000 en Corbeille”.
Fue un periodo realmente mágico, de valiosos éxitos porque también los adversarios era de gran valor. En esa época corrían Nobel, Ribot y otros grandes campeones, pero la brigada M supo imponerse constantemente y cuando terminó su presencia en los campos se siguió materializando en la cría.
Uno de los secretos de Angelo Mocchi: “ Llevarlos a cazar. Antes de que Milord y Maitò fueran a entrenar con Stefano, vinieron conmigo a la montaña, e incluso terminada su carrera, Maitò me regaló hermosas jornadas de caza. Desgraciadamente Milord tuvo un accidente, y, para su suerte,
solo pudo dedicarse... a las hembras.” La lista de trialers de la casa Mocchi podría se-guir, la suya es una historia de gran continuidad que, sin interrupción, llega hasta hoy. En el equipo hay dos vencedores: Igor, próximo campeón
absoluto y Ria dei Boselli, una valquiria de gran clase que renueva el boato de otras dos grandes hembras del equipo Girandola: Zora di San Pellegrino y Emilia di Montale Rangone.
Desde este punto parte de nuevo su historia, una historia de pasión destinada a perdurar por mucho tiempo. El próximo trialer podría llamarse Miasceltacaruso.
Pino Dellatorre