Antonio González Álvarez
Antonio González Álvarez
El pointer a ojos de Gallego
Estimados colegas. Después de leeros el título seguramente habréis deducido que lo que piense un gallego sobre el pointer estará en el limbo de la indefinición. Procuraré no hacer demasiado uso en este artículo de este estigma propio de mi tierra. Es verdad que los gallegos tenemos el “sambenito” de la indeterminación, lo cual en muchos casos considero una virtud al ser sinónimo de prudencia, no nos creemos poseedores de la verdad absoluta y bajo este prisma, pretendo expresar una opinión más sobre el pointer, desde la perspectiva de un humilde cazador
que lleva unos cuantos años auxiliándose de pointers para cazar. Al tiempo permitidme que intente aderezar un poco mis comentarios con otra de ”las virtudes” gallegas LA RETRANCA.
Por otra parte existe la creencia en cada uno de nosotros, que somos poseedores cual druidas, de la pócima mágica en la cría y en el fondo y la forma que debe atesorar un pointer. Este pozo de sabiduría colectivo muchas veces con puntos de vista contradictorios entre un cinófilo y otro, podría parecer una falta de claridad en los criterios, sin embargo yo lo veo como un activo, es bueno que cada uno intentemos llevar adelante nuestras creencias, el tiempo pondrá a cada cual en su sitio y siempre tendremos donde acudir si nuestro camino nos lleva a un lugar no deseado. Para mí es mucho más peligrosa la unidad absoluta de criterios, en estos momentos donde la información llega a todos los rincones, podríamos correr el riesgo de que la gran masa social que sustenta al pointer se deje llevar por modas, lo que en un momento dado, si el rumbo no es el correcto, el desastre podría estar servido. Es bueno viajar con viento favorable, pero debemos tener claro el destino, no dejarnos arrastrar por este a la deriva y marcar claramente nuestras prioridades a la hora de seleccionar los ejemplares, bien es verdad como decía algún filósofo “nunca existe viento favorable para el que no sabe a donde quiere ir”.A continuación voy intentar exponer pequeñas desviaciones que observo en algunos ejemplares relevantes. Siempre desde mi óptica personal y aplicando lo que yo entiendo expresa el estándar de la
raza.Poner en evidencia alguna tendencia en las modas con las que no concuerdo en el gusto, no desvirtúa en absoluto la opinión que sigo manteniendo sobre el Pointer, “sin duda el perro de muestra por excelencia”. Al mejor siempre se le pide mas y se le perdona menos y este es el caso. Llegados a este punto la selección para mejorar la raza es cada vez mas complicada por el grado de perfección existente en el Pointer, por esto es importante conservar el legado recibido por nuestros ancestros y en la medida de lo posible adaptarlo a las necesidades actuales del cazador.
Cabeza
Desde luego parte fundamental en la seña de identidad de la raza.En lo morfológico, un ejemplar que no posea una cabeza medianamente típica perderá la mayor parte del encanto que acredita al Pointer. Por supuesto sin pasarnos de frenada y caer en la exageración del híper-tipo, de stops y convergencias excesivas.
El porte, la mayoría de nosotros lo único que sabemos ver en un perro cuando galopando realiza su trabajo, es si tiene un buen o mal porte de cabeza, incluso en algunas ocasiones se premia a sujetos con “hocicos” demasiado altos, lo que según mi criterio penaliza la efectividad en la búsqueda, las perdices suelen estar al frente del perro, no descansando sobre las nubes. El estándar describe a tal efecto: “El porte de cabeza debe ser alto dominante, por encima de la línea del lomo, siendo la trufa de la nariz el punto más alto de la misma por efecto de la convergencia de sus ejes cráneo-faciales”. Esto es lo que dice el estándar y a lo que debemos ceñirnos. Nuestros gustos pueden ser otros, incluso portes al estilo tortuga ( con o sin cuello estirado ).
Lo psíquico, no debemos olvidarnos de lo importante que es la inteligencia, esa cualidad suprema de cualquier ser vivo. Por supuesto existen algunos pointers con la inteligencia de un pollo descabezado, debemos ser inflexibles en la selección de inteligencia (Inteligencia entendida como la capacidad del perro para realizar su trabajo aprovechando en su beneficio, las circunstancias concurrentes: viento y conformación del terreno. Capacidad de aprender y retener el adiestramiento recibido) y carácter. Sentido de caza, entendiendo como tal la pasión por el pájaro que todo ejemplar atesora en sus genes. Que combinando esta codicia depredadora, con las experiencias de campeo y la mencionada
inteligencia, nos dará como resultado el sentido de caza.
Esta pasión que en mayor o menor medida debería estar garantizada en cualquier ejemplar de la raza, luego la realidad nos demuestra que no todos los sujetos cumplen esta premisa. Hay señales de alerta
que no debemos ignorar, entre otras la poca afición que muestran algunos perros por morder pájaro.
Pasamos con el tiempo del Sambenito de cobros con demasiada pasión y perros de boca dura, a demasiados ejemplares que asquean el contacto con la pluma.Mentalidad, en mas ocasiones de las deseadas confundimos la mentalidad, ese ímpetu enfermizo
que demuestran los buenos ejemplares por localizar la presa (encuéntrese esta donde se encuentre), ampliando la búsqueda lo necesario para explorar las querencias, con ganas de correr (sin ton ni son), que expresan algunos sujetos. Confundiendo irse lejos y desconectado del cazador, con mentalidad cazadora, incluso mas de uno seguramente necesitará algún estimulo artificial para ir sin instinto atávico que lo mueva. Dejando en la mayoría de los casos terreno útil sin revisar. Por el contrario, tampoco debemos dar merito al sujeto que no se apoya en el viento y recorre el mismo terreno sin remontar en los lazos. La profesionalización del adiestramiento nos hace inventar campeones a base de amaestrarlos y conseguir que verdaderas nulidades terminen realizando una buena prestación, después de largas y continuadas sesiones de entrenamiento y la necesidad de enormes cantidades de experiencias en campo, convirtiéndose así en autómatas de circo. Defectos morfológicos mas comunes de cabeza: nula convergencia e incluso ejemplares divergentes, cañas nasales cortas, orejas no triangulares
y de inserción baja, prognatismo, ojos de mirada huidiza, belfos apodencados. Cuello, Tronco, Grupa
Últimamente se miran con buenos ojos, ejemplares “cuellicortos”. Incluso éste grave defecto por
falta de encolatura, es apreciado a ojos de neó-fitos por proporcionar portes de cabeza extraordinariamente engañosos. Un buen cuello además de funcionalidad, proporciona distinción y elegancia al sujeto que lo luzca y deberíamos ser estrictos en la exclusión de la cría de ejemplares que presenten tal malformación. No olvidándonos tampoco de los que luzcan una hermosa papada.
En tiempos no muy lejanos, se realizó una profunda selección y en gran medida transformación de líneas superiores que atesoraban al Pointer de antaño. Desde luego el trabajo realizado por algunos importantes criadores sobre la mencionada línea es notable, desterrando de su orientación de cría dorsales endebles e incluso partidos. Esto que desde luego es un logro y que dio un avance importante en este aspecto a la raza, no se llevó del todo bien en algunos casos, haciendo la selección solamente sobre la línea superior y descuidando todo lo demás. Hacer atajos en la selección de la cría, nos puede llevar a situaciones poco deseables y difíciles de corregir a posteriori.
Por ende los seres humanos casi siempre nos pasamos de frenada y llevamos al máximo la moda de valorar ejemplares con líneas superiores exageradamente rampantes y grupas caídas. Estos nunca podrán tener una gran resistencia física en largas jornadas de caza, su conformación penaliza la cogida de terreno en cada zancada, al impulsar los posteriores la línea dorsal (vinculo de transmisión) hacia arriba en vez de ejecutar la fuerza hacia delante, provocando así un gasto superfluo de energía. Si ponemos un símil para entender la diferencia de optimación de energía entre líneas superiores
rampantes y paralelas al suelo, podríamos comparar el alcance de dos proyectiles iguales disparados con la misma arma, uno con trayectoria paralela al terreno y otro con una trayectoria ascendente, a igual potencia y mismo gasto de energía, cuanto mas ascendente sea, mas penaliza la parábola el alcance.
Son tremendamente agradables de ver líneas superiores paralelas al suelo, sin oscilación alguna. Con un galope elevado típico de la raza, en contraposición con algunos tendidos y pegados al suelo.
Extremidades, Cola, Pelo
Unas extremidades bien anguladas permitirán hacer una extensión plena de las mismas, por el contrario unas angulaciones demasiado rectas hacen correr al Pointer cual jirafa y se verá mermada la cogida de terreno en cada zancada. Si esto va acompañado de una buena sincronización entre anterior y posterior (lo que se denomina compás), provocará un desplazamiento mas fluido y la necesidad de un menor gasto de energía. Son también importantes extremidades fuertes (se observan posteriores endebles en cantidad de sujetos) y aplomos perfectos. Así como unos pies duros que aguanten la abrasión de cualquier tipo de terreno por muy agreste que sea. En este sentido, no debemos pasar por alto
la forma del pie. Los anteriores son los que aguantan una mayor cantidad de peso del perro en carrera y los pies de liebre (no de gato) con dedos unidos entre sí y arqueados, recubiertos de pelo corto y abundante, son los ideales para este menester.Soy de la opinión de que se debería ser mas estrictos a
EL POINTER A OJOS DE GALLEGO
la hora de valorar la cola en un Pointer, es verdad que no es tan fundamental su forma y porte como en otras razas (setter), aunque tampoco nos puede valer casi cualquier tipo con tal que no la mueva. Resultando ver ejemplares con apéndices que nada tienen que envidiar a un mono de feria.
Otra carencia que observo en algunos ejemplares, es la falta de pelo en algunas partes del cuerpo. Tener pelo corto no es lo mismo que prácticamente carecer de él y si la carencia es en el pecho peor que peor, por ser esta parte una de las que mas envites de espinos sufren durante una jornada de caza.
Todos los perros tienen defectos, lo importante es seleccionar a los ejemplares que atesoren menos o mas asumibles y por supuesto desterrar de las líneas de cría los que presenten alguna tara, por ejemplo la displasia, que no es un problema que afecte de forma significativa a la raza pointer, pero esto no debe hacernos bajar la guardia y tenemos que ser estrictos en las medidas para llevar a cabo su erradicación total. El prognatismo, si que está un poco más extendido, por lo que debemos de serinflexibles a la hora de que ejemplares que por sus cualidades predatorias pudieran ser dignos de mención, se vean limitados a la consecución del título de Campeón de Trabajo.
Antonio González Álvarez
El pointer a ojos de Gallego
Estimados colegas. Después de leeros el título seguramente habréis deducido que lo que piense un gallego sobre el pointer estará en el limbo de la indefinición. Procuraré no hacer demasiado uso en este artículo de este estigma propio de mi tierra. Es verdad que los gallegos tenemos el “sambenito” de la indeterminación, lo cual en muchos casos considero una virtud al ser sinónimo de prudencia, no nos creemos poseedores de la verdad absoluta y bajo este prisma, pretendo expresar una opinión más sobre el pointer, desde la perspectiva de un humilde cazador
que lleva unos cuantos años auxiliándose de pointers para cazar. Al tiempo permitidme que intente aderezar un poco mis comentarios con otra de ”las virtudes” gallegas LA RETRANCA.
Por otra parte existe la creencia en cada uno de nosotros, que somos poseedores cual druidas, de la pócima mágica en la cría y en el fondo y la forma que debe atesorar un pointer. Este pozo de sabiduría colectivo muchas veces con puntos de vista contradictorios entre un cinófilo y otro, podría parecer una falta de claridad en los criterios, sin embargo yo lo veo como un activo, es bueno que cada uno intentemos llevar adelante nuestras creencias, el tiempo pondrá a cada cual en su sitio y siempre tendremos donde acudir si nuestro camino nos lleva a un lugar no deseado. Para mí es mucho más peligrosa la unidad absoluta de criterios, en estos momentos donde la información llega a todos los rincones, podríamos correr el riesgo de que la gran masa social que sustenta al pointer se deje llevar por modas, lo que en un momento dado, si el rumbo no es el correcto, el desastre podría estar servido. Es bueno viajar con viento favorable, pero debemos tener claro el destino, no dejarnos arrastrar por este a la deriva y marcar claramente nuestras prioridades a la hora de seleccionar los ejemplares, bien es verdad como decía algún filósofo “nunca existe viento favorable para el que no sabe a donde quiere ir”.A continuación voy intentar exponer pequeñas desviaciones que observo en algunos ejemplares relevantes. Siempre desde mi óptica personal y aplicando lo que yo entiendo expresa el estándar de la
raza.Poner en evidencia alguna tendencia en las modas con las que no concuerdo en el gusto, no desvirtúa en absoluto la opinión que sigo manteniendo sobre el Pointer, “sin duda el perro de muestra por excelencia”. Al mejor siempre se le pide mas y se le perdona menos y este es el caso. Llegados a este punto la selección para mejorar la raza es cada vez mas complicada por el grado de perfección existente en el Pointer, por esto es importante conservar el legado recibido por nuestros ancestros y en la medida de lo posible adaptarlo a las necesidades actuales del cazador.
Cabeza
Desde luego parte fundamental en la seña de identidad de la raza.En lo morfológico, un ejemplar que no posea una cabeza medianamente típica perderá la mayor parte del encanto que acredita al Pointer. Por supuesto sin pasarnos de frenada y caer en la exageración del híper-tipo, de stops y convergencias excesivas.
El porte, la mayoría de nosotros lo único que sabemos ver en un perro cuando galopando realiza su trabajo, es si tiene un buen o mal porte de cabeza, incluso en algunas ocasiones se premia a sujetos con “hocicos” demasiado altos, lo que según mi criterio penaliza la efectividad en la búsqueda, las perdices suelen estar al frente del perro, no descansando sobre las nubes. El estándar describe a tal efecto: “El porte de cabeza debe ser alto dominante, por encima de la línea del lomo, siendo la trufa de la nariz el punto más alto de la misma por efecto de la convergencia de sus ejes cráneo-faciales”. Esto es lo que dice el estándar y a lo que debemos ceñirnos. Nuestros gustos pueden ser otros, incluso portes al estilo tortuga ( con o sin cuello estirado ).
Lo psíquico, no debemos olvidarnos de lo importante que es la inteligencia, esa cualidad suprema de cualquier ser vivo. Por supuesto existen algunos pointers con la inteligencia de un pollo descabezado, debemos ser inflexibles en la selección de inteligencia (Inteligencia entendida como la capacidad del perro para realizar su trabajo aprovechando en su beneficio, las circunstancias concurrentes: viento y conformación del terreno. Capacidad de aprender y retener el adiestramiento recibido) y carácter. Sentido de caza, entendiendo como tal la pasión por el pájaro que todo ejemplar atesora en sus genes. Que combinando esta codicia depredadora, con las experiencias de campeo y la mencionada
inteligencia, nos dará como resultado el sentido de caza.
Esta pasión que en mayor o menor medida debería estar garantizada en cualquier ejemplar de la raza, luego la realidad nos demuestra que no todos los sujetos cumplen esta premisa. Hay señales de alerta
que no debemos ignorar, entre otras la poca afición que muestran algunos perros por morder pájaro.
Pasamos con el tiempo del Sambenito de cobros con demasiada pasión y perros de boca dura, a demasiados ejemplares que asquean el contacto con la pluma.Mentalidad, en mas ocasiones de las deseadas confundimos la mentalidad, ese ímpetu enfermizo
que demuestran los buenos ejemplares por localizar la presa (encuéntrese esta donde se encuentre), ampliando la búsqueda lo necesario para explorar las querencias, con ganas de correr (sin ton ni son), que expresan algunos sujetos. Confundiendo irse lejos y desconectado del cazador, con mentalidad cazadora, incluso mas de uno seguramente necesitará algún estimulo artificial para ir sin instinto atávico que lo mueva. Dejando en la mayoría de los casos terreno útil sin revisar. Por el contrario, tampoco debemos dar merito al sujeto que no se apoya en el viento y recorre el mismo terreno sin remontar en los lazos. La profesionalización del adiestramiento nos hace inventar campeones a base de amaestrarlos y conseguir que verdaderas nulidades terminen realizando una buena prestación, después de largas y continuadas sesiones de entrenamiento y la necesidad de enormes cantidades de experiencias en campo, convirtiéndose así en autómatas de circo. Defectos morfológicos mas comunes de cabeza: nula convergencia e incluso ejemplares divergentes, cañas nasales cortas, orejas no triangulares
y de inserción baja, prognatismo, ojos de mirada huidiza, belfos apodencados. Cuello, Tronco, Grupa
Últimamente se miran con buenos ojos, ejemplares “cuellicortos”. Incluso éste grave defecto por
falta de encolatura, es apreciado a ojos de neó-fitos por proporcionar portes de cabeza extraordinariamente engañosos. Un buen cuello además de funcionalidad, proporciona distinción y elegancia al sujeto que lo luzca y deberíamos ser estrictos en la exclusión de la cría de ejemplares que presenten tal malformación. No olvidándonos tampoco de los que luzcan una hermosa papada.
En tiempos no muy lejanos, se realizó una profunda selección y en gran medida transformación de líneas superiores que atesoraban al Pointer de antaño. Desde luego el trabajo realizado por algunos importantes criadores sobre la mencionada línea es notable, desterrando de su orientación de cría dorsales endebles e incluso partidos. Esto que desde luego es un logro y que dio un avance importante en este aspecto a la raza, no se llevó del todo bien en algunos casos, haciendo la selección solamente sobre la línea superior y descuidando todo lo demás. Hacer atajos en la selección de la cría, nos puede llevar a situaciones poco deseables y difíciles de corregir a posteriori.
Por ende los seres humanos casi siempre nos pasamos de frenada y llevamos al máximo la moda de valorar ejemplares con líneas superiores exageradamente rampantes y grupas caídas. Estos nunca podrán tener una gran resistencia física en largas jornadas de caza, su conformación penaliza la cogida de terreno en cada zancada, al impulsar los posteriores la línea dorsal (vinculo de transmisión) hacia arriba en vez de ejecutar la fuerza hacia delante, provocando así un gasto superfluo de energía. Si ponemos un símil para entender la diferencia de optimación de energía entre líneas superiores
rampantes y paralelas al suelo, podríamos comparar el alcance de dos proyectiles iguales disparados con la misma arma, uno con trayectoria paralela al terreno y otro con una trayectoria ascendente, a igual potencia y mismo gasto de energía, cuanto mas ascendente sea, mas penaliza la parábola el alcance.
Son tremendamente agradables de ver líneas superiores paralelas al suelo, sin oscilación alguna. Con un galope elevado típico de la raza, en contraposición con algunos tendidos y pegados al suelo.
Extremidades, Cola, Pelo
Unas extremidades bien anguladas permitirán hacer una extensión plena de las mismas, por el contrario unas angulaciones demasiado rectas hacen correr al Pointer cual jirafa y se verá mermada la cogida de terreno en cada zancada. Si esto va acompañado de una buena sincronización entre anterior y posterior (lo que se denomina compás), provocará un desplazamiento mas fluido y la necesidad de un menor gasto de energía. Son también importantes extremidades fuertes (se observan posteriores endebles en cantidad de sujetos) y aplomos perfectos. Así como unos pies duros que aguanten la abrasión de cualquier tipo de terreno por muy agreste que sea. En este sentido, no debemos pasar por alto
la forma del pie. Los anteriores son los que aguantan una mayor cantidad de peso del perro en carrera y los pies de liebre (no de gato) con dedos unidos entre sí y arqueados, recubiertos de pelo corto y abundante, son los ideales para este menester.Soy de la opinión de que se debería ser mas estrictos a
EL POINTER A OJOS DE GALLEGO
la hora de valorar la cola en un Pointer, es verdad que no es tan fundamental su forma y porte como en otras razas (setter), aunque tampoco nos puede valer casi cualquier tipo con tal que no la mueva. Resultando ver ejemplares con apéndices que nada tienen que envidiar a un mono de feria.
Otra carencia que observo en algunos ejemplares, es la falta de pelo en algunas partes del cuerpo. Tener pelo corto no es lo mismo que prácticamente carecer de él y si la carencia es en el pecho peor que peor, por ser esta parte una de las que mas envites de espinos sufren durante una jornada de caza.
Todos los perros tienen defectos, lo importante es seleccionar a los ejemplares que atesoren menos o mas asumibles y por supuesto desterrar de las líneas de cría los que presenten alguna tara, por ejemplo la displasia, que no es un problema que afecte de forma significativa a la raza pointer, pero esto no debe hacernos bajar la guardia y tenemos que ser estrictos en las medidas para llevar a cabo su erradicación total. El prognatismo, si que está un poco más extendido, por lo que debemos de serinflexibles a la hora de que ejemplares que por sus cualidades predatorias pudieran ser dignos de mención, se vean limitados a la consecución del título de Campeón de Trabajo.
Antonio González Álvarez