El sueño de Andalucía
Hace alrededor de treinta años, algunos cinófilos de los países fundadores de la Copa de Europa, para evitar que la Gran Búsqueda
quedase reducida a un limitado número de aficionados, decidieron hacer algunas pruebas experimentales en Andalucía, dados sus magníficos terrenos y la alta densidad de perdiz roja.
Algunos mostraban, al inicio, perplejidad y dudas por el comportamiento de este tipo de perdiz, distinta de la perdiz pardilla, que según ellos no cumpliría con el rigor técnico requerido para este tipo de pruebas, reservado a la perdiz pardilla.
Sin esta providencial apertura, continuada después en otros países, la cría y selección del perro de muestra habría sufrido un descenso numérico y cualitativo.
Es importante incluir en esta prueba tan especial a todos los países europeos y es indispensable que sea sobre la perdiz salvaje. Sería letal para las razas organizar sólo pruebas sobre caza de granja por querer permanecer a cualquier coste en el país de origen.
La perdiz roja andaluza ha encantado y entusiasmado a setters, pointers y cinófilos. La primavera anticipada de Andalucía, la vegetación que la oculta, y los amores que despiertan, la hacen más accesible. Además, en esta época su comportamiento se parece más al de la perdiz pardilla.
Andalucía encanta y entusiasma por un cóctel de ingredientes que la convierten en un lugar de excelencia para la apertura de la temporada: “Los sembrados, inmensos y ondulados en su punto justo, invitan a los trialers a la exaltación. El perfecto clima, el viento constante y las perdices en su justa densidad y bien distribuidas contribuyen a una organización precisa, seria y rigurosa, con jurados internacionales que garantizan el debate y el intercambio de opiniones, y con la hospitalidad y el calor de los amigos españoles”.
Los rigores invernales impedirían en esa época del año el trabajo de los conductores. Afortunadamente, en Andalucía la primavera se anticipa alrededor de dos meses, lo cual ofrece la posibilidad de entrenar y forjar a los perros jóvenes desde principios de enero, permitiendo a los adiestradores ir adelantando y tener ejemplares más preparados en vistas al Derby.
¿Qué otro lugar podría desencadenar en los perros esas exuberancias juveniles que sirven para desarrollar una búsqueda amplia, valiente y en el viento? Estas perdices astutas y ligeras caldean el ánimo de los discípulos más fogosos. El trabajo y las manos expertas podrán, después, moderar la pasión y hacer que se sientan seguros ante un descubrimiento tan emocionante.
En Europa existen otras realidades importantes, diferentes por la conformación del terreno y los cultivos, pero aquí nada queda oculto. Las dotes estilísticas se evidencian con prepotencia y las relativas al temperamento deben necesariamente estar en armonía con el equilibrio, considerando la buena presencia de perdices rojas, que pueden estar en cualquier parte y que, por tanto, deben buscarsecon método, dado que faltan algunas referencias sugeridas por la vegetación. La búsqueda reviste
una particular importancia, no pueden aceptarse perros que se encuadren en profundidad descuidando los lados, sino que los lazos deben tener entre ellos la justa profundidad para no dejar perdices sin marcar entre un movimiento y otro.
Cada uno tiene sus preferencias y cree que algunas zonas son más idóneas que otras para realzar las características del trialer. Por todo lo expuesto no tengo dudas de que Andalucía no tiene nada que envidiar a los mejores campos que todos conocemos.
De hecho, basta dar un vistazo a las clasificaciones en los diferentes países donde se llevan a cabo pruebas de Gran Búsqueda para observar que en un gran porcentaje los perros que sobresalen son siempre los mismos, es decir, los mejores. No lo he descubierto yo, pero los mejores ejemplares son siempre los que mejor se adaptan a las diferentes situaciones de ambiente y de caza.
Una última consideración para desbaratar algunos lugares comunes. Me contaba el amigo Germiniani que siendo jurado en el otoño de hace unos años de algunas pruebas durante la selección para el Campeonato de Caza, había podido constatar que los perros de los conductores españoles, a pesar de que el terreno estuviese arado casi en su totalidad y las perdices rojas en bandada, las sabían buscar con mucho arte. Las divisaban desde muy lejos, enfilando, mostrando y guiando como si fuesen perdices pardillas y al final de las pruebas muchos perros entraban en la clasificación. A menudo nos gusta detenernos en las dificultades pero, por fortuna, los perros ignoran nuestros pensamientos, conocen su trabajo y lo saben hacer muy bien.
Viva Andalucia, expléndida tierra de toros y caballos, pero también de perdices rojas endiabladas que consiguen exaltar las dotes y las características de los trialer.
Gianni Bernabe
Hace alrededor de treinta años, algunos cinófilos de los países fundadores de la Copa de Europa, para evitar que la Gran Búsqueda
quedase reducida a un limitado número de aficionados, decidieron hacer algunas pruebas experimentales en Andalucía, dados sus magníficos terrenos y la alta densidad de perdiz roja.
Algunos mostraban, al inicio, perplejidad y dudas por el comportamiento de este tipo de perdiz, distinta de la perdiz pardilla, que según ellos no cumpliría con el rigor técnico requerido para este tipo de pruebas, reservado a la perdiz pardilla.
Sin esta providencial apertura, continuada después en otros países, la cría y selección del perro de muestra habría sufrido un descenso numérico y cualitativo.
Es importante incluir en esta prueba tan especial a todos los países europeos y es indispensable que sea sobre la perdiz salvaje. Sería letal para las razas organizar sólo pruebas sobre caza de granja por querer permanecer a cualquier coste en el país de origen.
La perdiz roja andaluza ha encantado y entusiasmado a setters, pointers y cinófilos. La primavera anticipada de Andalucía, la vegetación que la oculta, y los amores que despiertan, la hacen más accesible. Además, en esta época su comportamiento se parece más al de la perdiz pardilla.
Andalucía encanta y entusiasma por un cóctel de ingredientes que la convierten en un lugar de excelencia para la apertura de la temporada: “Los sembrados, inmensos y ondulados en su punto justo, invitan a los trialers a la exaltación. El perfecto clima, el viento constante y las perdices en su justa densidad y bien distribuidas contribuyen a una organización precisa, seria y rigurosa, con jurados internacionales que garantizan el debate y el intercambio de opiniones, y con la hospitalidad y el calor de los amigos españoles”.
Los rigores invernales impedirían en esa época del año el trabajo de los conductores. Afortunadamente, en Andalucía la primavera se anticipa alrededor de dos meses, lo cual ofrece la posibilidad de entrenar y forjar a los perros jóvenes desde principios de enero, permitiendo a los adiestradores ir adelantando y tener ejemplares más preparados en vistas al Derby.
¿Qué otro lugar podría desencadenar en los perros esas exuberancias juveniles que sirven para desarrollar una búsqueda amplia, valiente y en el viento? Estas perdices astutas y ligeras caldean el ánimo de los discípulos más fogosos. El trabajo y las manos expertas podrán, después, moderar la pasión y hacer que se sientan seguros ante un descubrimiento tan emocionante.
En Europa existen otras realidades importantes, diferentes por la conformación del terreno y los cultivos, pero aquí nada queda oculto. Las dotes estilísticas se evidencian con prepotencia y las relativas al temperamento deben necesariamente estar en armonía con el equilibrio, considerando la buena presencia de perdices rojas, que pueden estar en cualquier parte y que, por tanto, deben buscarsecon método, dado que faltan algunas referencias sugeridas por la vegetación. La búsqueda reviste
una particular importancia, no pueden aceptarse perros que se encuadren en profundidad descuidando los lados, sino que los lazos deben tener entre ellos la justa profundidad para no dejar perdices sin marcar entre un movimiento y otro.
Cada uno tiene sus preferencias y cree que algunas zonas son más idóneas que otras para realzar las características del trialer. Por todo lo expuesto no tengo dudas de que Andalucía no tiene nada que envidiar a los mejores campos que todos conocemos.
De hecho, basta dar un vistazo a las clasificaciones en los diferentes países donde se llevan a cabo pruebas de Gran Búsqueda para observar que en un gran porcentaje los perros que sobresalen son siempre los mismos, es decir, los mejores. No lo he descubierto yo, pero los mejores ejemplares son siempre los que mejor se adaptan a las diferentes situaciones de ambiente y de caza.
Una última consideración para desbaratar algunos lugares comunes. Me contaba el amigo Germiniani que siendo jurado en el otoño de hace unos años de algunas pruebas durante la selección para el Campeonato de Caza, había podido constatar que los perros de los conductores españoles, a pesar de que el terreno estuviese arado casi en su totalidad y las perdices rojas en bandada, las sabían buscar con mucho arte. Las divisaban desde muy lejos, enfilando, mostrando y guiando como si fuesen perdices pardillas y al final de las pruebas muchos perros entraban en la clasificación. A menudo nos gusta detenernos en las dificultades pero, por fortuna, los perros ignoran nuestros pensamientos, conocen su trabajo y lo saben hacer muy bien.
Viva Andalucia, expléndida tierra de toros y caballos, pero también de perdices rojas endiabladas que consiguen exaltar las dotes y las características de los trialer.
Gianni Bernabe