Lesiones de las almohadillas del pointer
Aunque muchas veces nos parecen secundarias fuera de temporada debido a su habitual falta de gravedad y su fácil recuperación, las lesiones superficiales de extremidades y particularmente de las almohadillas plantareas de nuestros perros se pueden convertir en un auténtico quebradero de cabeza durante la temporada.
Trataremos en este artículo de describir de la forma más práctica posible las diferentes lesiones superficiales que se pueden producir en la almohadilla y como tratarlas y/o prevenirlas de forma sencilla y casera.
De forma general, las lesiones de almohadilla se reconocen por la cojera repentina y muy intensa. Es muy importante cuando un perro presenta este tipo de cojeras hacerle un examen exhaustivo de la almohadilla y entre los dedos ya que una lesión de este tipo, aunque a priori de poca gravedad, se puede convertir en una problema muy serio si no se trata con rapidez y adecuación.
En efecto, las lesiones más frecuentes de almohadilla son cortes, pinchazos por objetos extraños punzantes y aspeaduras. Sus síntomas son dificultad parra apoyar, cojeras, reticencias a caminar, rastro de sangre por donde caminan o incluso sangrados evidentes y profusos.
CORTE DE ALMOHADILLA El corte de la almohadilla suele generar una cojera pronunciada, y el perro suele dejar rastro de sangre ahí por donde de pisa. Al inspeccionar se observa en efecto un corte limpio que a veces puede sangrar mucho.
Cuando ocurre esta lesión en plena temporada de caza o de concurso, muchos buscan un remedio milagroso para que se cure y se cierre le antes posible. Para que se pueda curar este tipo de heridas lo más rápidamente posible hay que:
1º asegurarse que esté totalmente limpia. Esto significa que hay que retirar el perro del campo nada más producirse el corte, llevarlo en un sitio limpio y curarle cuanto antes. La cura consiste en un lavado profuso y profundo (ejerciendo presión con una jeringuilla) con suero asegurando la limpieza absoluta de la herida
2º el reposo absoluto hasta cierre completo de la herida, con collar isabelino para evitar que el perro se lama o se vuelva a abrir la herida (no tengáis ninguna duda de que lo hará si no le ponéis isabelino 24h/24) y con zapato o calcetín limpio y seco protegiendo la herida.
3º Tratamiento medicamentoso mediante antibiótico y anti-inflamatorio.
Este tipo de heridas suelen tardar 10-15 días en cerrarse y tentar la suerte adelantando la vuelta al trabajo suele provocar recaídas contra-productivas.
Por experiencia propia, coser estas heridas suele tener muy poco sentido (a no ser que sea la herida muy lateral, los puntos en la parte keratinosa de la almohadilla saltan enseguida) y el “truco del almendruco” de algunos (el loftite) suele ser extremadamente peligroso.
En efecto, cerrar artificialmente y casi herméticamente (mediante loftite por ejemplo) una herida de la que no estamos totalmente seguros que esté perfectamente limpia puede provocar una infección muy importante con consecuencias y séquelas mucho más allá de los 10 díade reposo que hubiésemos tenido si hubiésemos dejado que la naturaleza siga su curso.
Esta infección será igual o incluso peor que una herida de corte mal curada e infectada por la dejadez del propietario del perro en aplicar la cura nada más ocurrir el accidente.
PINCHAZO POR OBJETO PUNZANTE Aunque muy similar al corte, lo diferenciamos de ello debido a que es muy más difícil de diagnosticar y por tanto de instaurar un tratamiento precoz.
En efecto, salvo en casos muy escandalosos como por ejemplo un perro cuya pata es atravesada por un clavo que hay que extraerle, en la mayoría de los casos veremos como mucho un puntito con aspecto diferente y de temperatura algo más elevada en la almohadilla correspondiente.
No obstante pueden ser heridas muy traicioneras ya que las bacterias presentes en el objeto que ha punzado la almohadilla han podido penetrar hasta lo más profundo de la piel, dejando casi obturado la vía de entrada/salida por haber vuelto a su ser la piel externa tras la extracción del objeto en cuestión.
Esto nos lleva a una situación parecida a la del corte cerrado con loftite sin haber realizado una limpieza exhaustiva de la herida: una infección profunda que de no ser tratada con celeridad y eficacia puede conllevar consecuencias muy serias.
La limpieza externa de la herida tiene poco sentido y el tratamiento que se aplicará será medicamentoso (antibiótico y anti-inflamatorio), observando con atención la evolución de la herida. Si se mantiene seca, limpia y va cerrando el tratamiento está funcionando y en pocos días (2-3 días) el incidente será un mal recuerdo.
Si el punto de punción empieza a gotear pus, sangre o linfa incluso días tras el incidente y a
Trataremos en este artículo de describir de la forma más práctica posible las diferentes lesiones superficiales que se pueden producir en la almohadilla y como tratarlas y/o prevenirlas de forma sencilla y casera.
De forma general, las lesiones de almohadilla se reconocen por la cojera repentina y muy intensa. Es muy importante cuando un perro presenta este tipo de cojeras hacerle un examen exhaustivo de la almohadilla y entre los dedos ya que una lesión de este tipo, aunque a priori de poca gravedad, se puede convertir en una problema muy serio si no se trata con rapidez y adecuación.
En efecto, las lesiones más frecuentes de almohadilla son cortes, pinchazos por objetos extraños punzantes y aspeaduras. Sus síntomas son dificultad parra apoyar, cojeras, reticencias a caminar, rastro de sangre por donde caminan o incluso sangrados evidentes y profusos.
CORTE DE ALMOHADILLA El corte de la almohadilla suele generar una cojera pronunciada, y el perro suele dejar rastro de sangre ahí por donde de pisa. Al inspeccionar se observa en efecto un corte limpio que a veces puede sangrar mucho.
Cuando ocurre esta lesión en plena temporada de caza o de concurso, muchos buscan un remedio milagroso para que se cure y se cierre le antes posible. Para que se pueda curar este tipo de heridas lo más rápidamente posible hay que:
1º asegurarse que esté totalmente limpia. Esto significa que hay que retirar el perro del campo nada más producirse el corte, llevarlo en un sitio limpio y curarle cuanto antes. La cura consiste en un lavado profuso y profundo (ejerciendo presión con una jeringuilla) con suero asegurando la limpieza absoluta de la herida
2º el reposo absoluto hasta cierre completo de la herida, con collar isabelino para evitar que el perro se lama o se vuelva a abrir la herida (no tengáis ninguna duda de que lo hará si no le ponéis isabelino 24h/24) y con zapato o calcetín limpio y seco protegiendo la herida.
3º Tratamiento medicamentoso mediante antibiótico y anti-inflamatorio.
Este tipo de heridas suelen tardar 10-15 días en cerrarse y tentar la suerte adelantando la vuelta al trabajo suele provocar recaídas contra-productivas.
Por experiencia propia, coser estas heridas suele tener muy poco sentido (a no ser que sea la herida muy lateral, los puntos en la parte keratinosa de la almohadilla saltan enseguida) y el “truco del almendruco” de algunos (el loftite) suele ser extremadamente peligroso.
En efecto, cerrar artificialmente y casi herméticamente (mediante loftite por ejemplo) una herida de la que no estamos totalmente seguros que esté perfectamente limpia puede provocar una infección muy importante con consecuencias y séquelas mucho más allá de los 10 díade reposo que hubiésemos tenido si hubiésemos dejado que la naturaleza siga su curso.
Esta infección será igual o incluso peor que una herida de corte mal curada e infectada por la dejadez del propietario del perro en aplicar la cura nada más ocurrir el accidente.
PINCHAZO POR OBJETO PUNZANTE Aunque muy similar al corte, lo diferenciamos de ello debido a que es muy más difícil de diagnosticar y por tanto de instaurar un tratamiento precoz.
En efecto, salvo en casos muy escandalosos como por ejemplo un perro cuya pata es atravesada por un clavo que hay que extraerle, en la mayoría de los casos veremos como mucho un puntito con aspecto diferente y de temperatura algo más elevada en la almohadilla correspondiente.
No obstante pueden ser heridas muy traicioneras ya que las bacterias presentes en el objeto que ha punzado la almohadilla han podido penetrar hasta lo más profundo de la piel, dejando casi obturado la vía de entrada/salida por haber vuelto a su ser la piel externa tras la extracción del objeto en cuestión.
Esto nos lleva a una situación parecida a la del corte cerrado con loftite sin haber realizado una limpieza exhaustiva de la herida: una infección profunda que de no ser tratada con celeridad y eficacia puede conllevar consecuencias muy serias.
La limpieza externa de la herida tiene poco sentido y el tratamiento que se aplicará será medicamentoso (antibiótico y anti-inflamatorio), observando con atención la evolución de la herida. Si se mantiene seca, limpia y va cerrando el tratamiento está funcionando y en pocos días (2-3 días) el incidente será un mal recuerdo.
Si el punto de punción empieza a gotear pus, sangre o linfa incluso días tras el incidente y a
pesar del tratamiento medicamentoso y/o que la almohadilla tiene un tacto más caliente que las demás es muy probable que parte del objeto punzante se haya quedado dentro de la herida y que haya depositado algún cuerpo extraño en lo profundo de la herida.
Una intervención veterinaria es entonces urgente y estrictamente necesaria! ASPEADURAS Las aspeaduras son una queja muy habitual, sobre todo de los pointerman y sobre todo en zonas áridas y rocosas. En efecto la falta de humedad y el tipo de suelo influyen muchísimo en la abrasión provocada en la almohadilla. Y en general la relación entre delicadeza y fineza de la piel y de la almohadilla es directa. Significa que generalmente los pointer más típicos, de piel fina y delicada suelen tener también una piel de almohadilla más fina y que requiere mayor curtido para poder aguantar largas horas de caza en terrenos duros. Por otro lado, todos habremos notado que a mismo entrenamiento ciertos perros tienden a aspearse más que otros. La razón es genética: la resistencia a la aspeadura se transmite y se hereda de madre/padre a hij@s. Se puede por tanto imaginar crear una línea de perros particularmente resistentes de almohadillas. Los trucos para el tratamiento y la prevención de la aspeadura son innombrables, pero el que |
mejor funciona y que siempre es indispensable aunque utilicemos algún producto para mejorar los resultados es el entrenamiento! No se puede pretender que un pointer acostumbrado a cazar en terreno esponjoso y húmedo en el norte sea capaz de cazar durante más de 30 minutos en alguna llanura seca de la Mancha sin aspearse.
Cualquiera que esté acostumbrado a siempre ir calzado que haya realizado de repente un largo paseo descalzo en la arena de la playa se habrá dado cuenta que tuvo que parar porque sus pies estaban ardiendo. Lo mismo les pasa a los perros.
Para poderse resistir al terreno duro, seco y rocoso, la única manera verdaderamente eficaz es el entrenamiento progresivo y la habituación gradual.
Algunos promulgan la eficacia del ácido pícrico, del agua salada, de la betadine, de la crema nívea etc. para la preparación y como uso preventivo de las aspeaduras. Según nuestra experiencia ninguno de estos inventos caseros es realmente eficaz y muchas veces son más bien contra-productivos.
En efecto, el ácido pícrico, el agua salada, la betadine, el formol etc son productos que endurecen la almohadilla a base de secarla, aumentando así enormemente el riesgo de quebraduras cuyo tratamiento y cura son igual de complicados que los cortes.Y la crema nívea, vaselina y otros “hidratantes” en realidad ablandan la almohadilla hasta tal punto que se aspea con aún mayor facilidad.
En nuestra experiencia los productos de mayor eficacia son los que contienen aloe vera, una planta muy conocida por sus características curativas y cicatrizantes de las heridas superficiales, aunque luego los compuestos disponibles en el comercio contengan también un equilibrio entre productos “endurecedores” como el ácido pícrico o la sal y los componentes “ablandecedores” como el aceite de jojoba.
Los dos productos favoritos de nuestro adiestrador son el Adocuatro Calier (Ácido pícrico - Formaldehído - Centella asiática - Aloe vera) y el Plantipro Anibio (Aloe vera, Aceite de Jojoba, Sal del Mar Muerto, Miel de Manuka, lavanda, aceite de árbol de té), ambos disponibles en www.Tiendacanina.es.
La gran ventaja es que tanto uno como otro se pueden utilizar de forma preventiva pero también curativa de las lesiones abrasivas de la almohadilla.
Personalmente me parece más cómoda la aplicación mediante spray (como nos lo permite el Plantipro) pero me gusta más el Adocuatro en el uso preventivo y el Plantipro como uso curativo. La solución que suelo proponer a los clientes es un uso combinado de 50% plantipro y 50% adocuatro, mezclados e introducidos en el difusor spray del Plantipro para su más cómoda aplicación
Cualquiera que esté acostumbrado a siempre ir calzado que haya realizado de repente un largo paseo descalzo en la arena de la playa se habrá dado cuenta que tuvo que parar porque sus pies estaban ardiendo. Lo mismo les pasa a los perros.
Para poderse resistir al terreno duro, seco y rocoso, la única manera verdaderamente eficaz es el entrenamiento progresivo y la habituación gradual.
Algunos promulgan la eficacia del ácido pícrico, del agua salada, de la betadine, de la crema nívea etc. para la preparación y como uso preventivo de las aspeaduras. Según nuestra experiencia ninguno de estos inventos caseros es realmente eficaz y muchas veces son más bien contra-productivos.
En efecto, el ácido pícrico, el agua salada, la betadine, el formol etc son productos que endurecen la almohadilla a base de secarla, aumentando así enormemente el riesgo de quebraduras cuyo tratamiento y cura son igual de complicados que los cortes.Y la crema nívea, vaselina y otros “hidratantes” en realidad ablandan la almohadilla hasta tal punto que se aspea con aún mayor facilidad.
En nuestra experiencia los productos de mayor eficacia son los que contienen aloe vera, una planta muy conocida por sus características curativas y cicatrizantes de las heridas superficiales, aunque luego los compuestos disponibles en el comercio contengan también un equilibrio entre productos “endurecedores” como el ácido pícrico o la sal y los componentes “ablandecedores” como el aceite de jojoba.
Los dos productos favoritos de nuestro adiestrador son el Adocuatro Calier (Ácido pícrico - Formaldehído - Centella asiática - Aloe vera) y el Plantipro Anibio (Aloe vera, Aceite de Jojoba, Sal del Mar Muerto, Miel de Manuka, lavanda, aceite de árbol de té), ambos disponibles en www.Tiendacanina.es.
La gran ventaja es que tanto uno como otro se pueden utilizar de forma preventiva pero también curativa de las lesiones abrasivas de la almohadilla.
Personalmente me parece más cómoda la aplicación mediante spray (como nos lo permite el Plantipro) pero me gusta más el Adocuatro en el uso preventivo y el Plantipro como uso curativo. La solución que suelo proponer a los clientes es un uso combinado de 50% plantipro y 50% adocuatro, mezclados e introducidos en el difusor spray del Plantipro para su más cómoda aplicación