PATRICK TEULIERSE Y LA COMPETICIÓN.
PATRICK TEULIERSE Y LA COMPETICIÓN
Ya desde muy joven, con aproximadamente 14 años, participaba durante las vacaciones escolares (sin demasiado entusiasmo, tengo que reconocerlo) en las labores agrícolas de la granja familiar.
Mi padre, RAYMOND, era un apasionado cazador de caza menor, afamado en la comarca como especialista en la perdiz roja, muy común en nuestro territorio durante los años 70. Siempre había sentido pasión por los perros y de su uso en la caza. En cuanto tuvo licencia se compró un perdiguero. ¡Ya entonces tenía alma de adiestrador! Este perro (según nos ha contado) le obedecía con total exactitud y, ya que en esa época no faltaban las ocasiones, rápidamente se hizo conocido por su eficacia. Su siguiente compañero fue un pointer sin duda casi puro (Black), igualmente predador. Por eso muchos de los conocidos que iban con él de caza se quedaban siempre con ganas de repetir la experiencia y generalmente declaraban que les gustaría tener un perro como el suyo. Una cosa llevó a otra, y fueron muchos los que le pidieron que adiestrara sus perros para así parecerse a él un poco al cazar. ¡Así se puso en marcha la maquinaria!
La construcción de cuatro pequeños boxes hizo posible atender los encargos. Por aquel entonces –yo debía tener 15 o 16 años- jugaba a hacer marchar los perros atados con la traílla, les hacía sentar y cobrar piezas a la carrera.
En adelante pasé a colaborar durante los veranos en el adiestramiento según la técnica de cobro de piezas en patio, que para nosotros es y seguirá siendo nuestra base.Con ocasión de un concurso organizado en las cercanías, unos amigos pusieron a mi padre en contacto con D. François POMPA, un adiestrador afamado en esa época. Este gran especialista del adiestramiento denominado «forzado» le pidió ver sus perros, y luego le invitó a hacer
una práctica en su establecimiento de LEVENS, en los altos de NIZA.
Yo había concluido estudios clásicos, el diploma y un bachillerato general científico cuando
un acontecimiento familiar precipitó las cosas. Al dedicarse mi padre más a los perros que a la granja familiar, ésta estaba al cuidado de su suegro. Cuando éste sufrió un grave problema de salud, mi padre quedó a solas y se vio a punto de tener que escoger entre la granja y los perros. Estaban en la balanza su patrimonio y su estudios y unirme a sus actividades.Comencé a adiestrar perros en verano de 1976 y participé en mis primeros concursos ese mismo
otoño.
Realicé mis primeras presentaciones en “gibier tiré” con un grifón korthal y mi pointer MIRO de
la BORIE GRANDE, que terminó la temporada con 1 CAC en el maizal de Bourideys. Esto me reveló la satisfacción del triunfo en una competición y una recompensa por el trabajo realizado. Al año siguiente obtuve la «Copa de Francia
de “gibier tiré”» (el antiguo “Open” de Francia). Un buen inicio para alguien de sólo 20 años.
Los siguientes años estuvieron más dedicados al “gibier tiré” que a la primavera, por razones de facilidad de entrenamiento y de proximidad a las competiciones.Tuvimos sin embargo ocasión de conocer en
un concurso a Jean-Claude PIAT, que solicitó a mi padre la realización de prácticas a fin de
aprender la técnica del cobro aprendido (denominado «forzado», un término que no satisface
a Raymond a causa de la imagen en que hace pensar). Jean-Claude nos invitó seguidamente a su casa, y allí pudimos conocer a su padre, René PIAT, adiestrador de gran renombre desde los años 70, tanto en primavera como en gran búsqueda.
Entonces tuve ocasión de ver actuar a los perros famosos en ese momento, de una canofilia totalmente diferente a la que conocemos actualmente. René Piat poseía numerosas hectáreas privadas
de caza en los alrededores de Compiègne dans l’Oise, no muy lejos de Beauvais. Se trataba de grandes terrenos para el cultivo del cereal y la remolacha, donde la perdiz gris, autóctona o reimplantada, permitía a los perros conocer este
tipo de ave de las llanuras.
Estos momentos supusieron para mí una suerte de revelación del perro deportivo de primavera o de gran búsqueda.
Allí pude ver actuar con regularidad a IAN de CASAQUIN, campeón de gran búsqueda perteneciente a D. Philippe
Brulé. Era un perro de cabeza de René Piat que parecía guiado por una cabeza buscadora para encontrar las perdices. No tenía el estilo que
buscamos en los perros actuales. A menudo se detenía con la rodilla doblada, pero ¡qué espectáculo era su búsqueda! Sin duda a él le debo mi pasión por esta prueba de selección, que para mí representa un deporte de alta competición.
Durante esos años había practicado un poco con mi pointer Miro, que contaba con grandes medios de agarre al terreno, un palmarés muygrande en “gibier tiré” aunque también un gran problema: las liebres que perseguía
alegremente. Incluso fue seleccionado para la Copa de Europa de gran búsqueda por D. Raphaël Moncet,
y para él fue la única liebre de la jornada, con gran desconcierto de mi parte. Esto sucedió en Umag, entonces perteneciente a Yugoslavia y actualmente a Croacia.
Transcurrieron muchos años y pude volverme a interesar por esta disciplina gracias a mis entrenamientos en Andalucía. Allí pude disfrutar de terrenos más vastos en que acostumbrar a los perros a las piezas grandes y a las perdices silvestres. También pude allí codearme con otros adiestradores (Bourgeois entre otros), lo
que me permitió realizar emparejamientos con perros que no se conocían y cambiar un poco de costumbres.
Luego continué con la gran búsqueda, primero con Sting, adquirido por Didier Rous a Emmanuel Bourgeois.
Este perro obtuvo un CAC en gran búsqueda de invierno y numerosos excelentes en primavera siguiendo, asimismo,
en gran búsqueda. Posteriormente su hijo Albator obtuvo
un CACIT antes de romperse los ligamentos cruzados. Su otro hijo, Alto, perteneciente a mi padre, ha obtenido un CACIT en gran búsqueda de invierno y numerosos excelentes en España y en Francia antes de romperse los ligamentos cruzados de la derecha y después de la izquierda. Esto supuso un triste fin a su carrera.
También estuvo Tipo, que había conseguido realizar una RCAC homologable y un 1er EXC.
Hubiera debido terminar su campeonato de gran búsqueda al día siguiente con un CAC,
pero desgraciadamente salió tras una liebre en el último minuto.
No obstante, en mi opinión, mi verdadera iniciación o retorno a la gran búsqueda estuvo relacionado con la venta
de un pointer criado por mí, Remember du Gouyre, a Miguel Parra. Este aficionado español hizo en su momento todo
lo posible para criarlo para la búsqueda y me lo confió para la competición. Los inicios fue-ron difíciles debido a que el perro era muy, muy grande para la búsqueda y comenzó a asimilar
los puntos a la edad de tres o cuatro años. Para mi desgracia, este perro conducido por su propietario me ha vencido en los campeonatos de Europa de pointers de gran búsqueda cuando yo presentaba a Sting (CACIT el primer día y subcampeón de Europa).
A continuación, he presentado a BOY des collines de l’Isars, un setter inglés macho que ha obtenido tres CACIT en gran búsqueda y ha sido vencedor en Boulleaume en 2010. También he tenido ocasión de presentar a BANCO del Mas du Zouave, igualmente vencedor en Boulleaume en 2012 (y que he clasificado con CAC o excelente en todos los países cinófilos de Europa), y después a DITCHO des ROUSSES de la COMBE, que ha sido campeón de gran
búsqueda en 2013 con 1 CACIT y 2 RCAC.
Actualmente cuento con Ditcho para las futuras selecciones, pues este año su regularidad en
España, Grecia y Francia permite presagiar una buena temporada. En cuanto a los jóvenes, el futuro nos lo dirá.
PATRICK TEULIERES
Ya desde muy joven, con aproximadamente 14 años, participaba durante las vacaciones escolares (sin demasiado entusiasmo, tengo que reconocerlo) en las labores agrícolas de la granja familiar.
Mi padre, RAYMOND, era un apasionado cazador de caza menor, afamado en la comarca como especialista en la perdiz roja, muy común en nuestro territorio durante los años 70. Siempre había sentido pasión por los perros y de su uso en la caza. En cuanto tuvo licencia se compró un perdiguero. ¡Ya entonces tenía alma de adiestrador! Este perro (según nos ha contado) le obedecía con total exactitud y, ya que en esa época no faltaban las ocasiones, rápidamente se hizo conocido por su eficacia. Su siguiente compañero fue un pointer sin duda casi puro (Black), igualmente predador. Por eso muchos de los conocidos que iban con él de caza se quedaban siempre con ganas de repetir la experiencia y generalmente declaraban que les gustaría tener un perro como el suyo. Una cosa llevó a otra, y fueron muchos los que le pidieron que adiestrara sus perros para así parecerse a él un poco al cazar. ¡Así se puso en marcha la maquinaria!
La construcción de cuatro pequeños boxes hizo posible atender los encargos. Por aquel entonces –yo debía tener 15 o 16 años- jugaba a hacer marchar los perros atados con la traílla, les hacía sentar y cobrar piezas a la carrera.
En adelante pasé a colaborar durante los veranos en el adiestramiento según la técnica de cobro de piezas en patio, que para nosotros es y seguirá siendo nuestra base.Con ocasión de un concurso organizado en las cercanías, unos amigos pusieron a mi padre en contacto con D. François POMPA, un adiestrador afamado en esa época. Este gran especialista del adiestramiento denominado «forzado» le pidió ver sus perros, y luego le invitó a hacer
una práctica en su establecimiento de LEVENS, en los altos de NIZA.
Yo había concluido estudios clásicos, el diploma y un bachillerato general científico cuando
un acontecimiento familiar precipitó las cosas. Al dedicarse mi padre más a los perros que a la granja familiar, ésta estaba al cuidado de su suegro. Cuando éste sufrió un grave problema de salud, mi padre quedó a solas y se vio a punto de tener que escoger entre la granja y los perros. Estaban en la balanza su patrimonio y su estudios y unirme a sus actividades.Comencé a adiestrar perros en verano de 1976 y participé en mis primeros concursos ese mismo
otoño.
Realicé mis primeras presentaciones en “gibier tiré” con un grifón korthal y mi pointer MIRO de
la BORIE GRANDE, que terminó la temporada con 1 CAC en el maizal de Bourideys. Esto me reveló la satisfacción del triunfo en una competición y una recompensa por el trabajo realizado. Al año siguiente obtuve la «Copa de Francia
de “gibier tiré”» (el antiguo “Open” de Francia). Un buen inicio para alguien de sólo 20 años.
Los siguientes años estuvieron más dedicados al “gibier tiré” que a la primavera, por razones de facilidad de entrenamiento y de proximidad a las competiciones.Tuvimos sin embargo ocasión de conocer en
un concurso a Jean-Claude PIAT, que solicitó a mi padre la realización de prácticas a fin de
aprender la técnica del cobro aprendido (denominado «forzado», un término que no satisface
a Raymond a causa de la imagen en que hace pensar). Jean-Claude nos invitó seguidamente a su casa, y allí pudimos conocer a su padre, René PIAT, adiestrador de gran renombre desde los años 70, tanto en primavera como en gran búsqueda.
Entonces tuve ocasión de ver actuar a los perros famosos en ese momento, de una canofilia totalmente diferente a la que conocemos actualmente. René Piat poseía numerosas hectáreas privadas
de caza en los alrededores de Compiègne dans l’Oise, no muy lejos de Beauvais. Se trataba de grandes terrenos para el cultivo del cereal y la remolacha, donde la perdiz gris, autóctona o reimplantada, permitía a los perros conocer este
tipo de ave de las llanuras.
Estos momentos supusieron para mí una suerte de revelación del perro deportivo de primavera o de gran búsqueda.
Allí pude ver actuar con regularidad a IAN de CASAQUIN, campeón de gran búsqueda perteneciente a D. Philippe
Brulé. Era un perro de cabeza de René Piat que parecía guiado por una cabeza buscadora para encontrar las perdices. No tenía el estilo que
buscamos en los perros actuales. A menudo se detenía con la rodilla doblada, pero ¡qué espectáculo era su búsqueda! Sin duda a él le debo mi pasión por esta prueba de selección, que para mí representa un deporte de alta competición.
Durante esos años había practicado un poco con mi pointer Miro, que contaba con grandes medios de agarre al terreno, un palmarés muygrande en “gibier tiré” aunque también un gran problema: las liebres que perseguía
alegremente. Incluso fue seleccionado para la Copa de Europa de gran búsqueda por D. Raphaël Moncet,
y para él fue la única liebre de la jornada, con gran desconcierto de mi parte. Esto sucedió en Umag, entonces perteneciente a Yugoslavia y actualmente a Croacia.
Transcurrieron muchos años y pude volverme a interesar por esta disciplina gracias a mis entrenamientos en Andalucía. Allí pude disfrutar de terrenos más vastos en que acostumbrar a los perros a las piezas grandes y a las perdices silvestres. También pude allí codearme con otros adiestradores (Bourgeois entre otros), lo
que me permitió realizar emparejamientos con perros que no se conocían y cambiar un poco de costumbres.
Luego continué con la gran búsqueda, primero con Sting, adquirido por Didier Rous a Emmanuel Bourgeois.
Este perro obtuvo un CAC en gran búsqueda de invierno y numerosos excelentes en primavera siguiendo, asimismo,
en gran búsqueda. Posteriormente su hijo Albator obtuvo
un CACIT antes de romperse los ligamentos cruzados. Su otro hijo, Alto, perteneciente a mi padre, ha obtenido un CACIT en gran búsqueda de invierno y numerosos excelentes en España y en Francia antes de romperse los ligamentos cruzados de la derecha y después de la izquierda. Esto supuso un triste fin a su carrera.
También estuvo Tipo, que había conseguido realizar una RCAC homologable y un 1er EXC.
Hubiera debido terminar su campeonato de gran búsqueda al día siguiente con un CAC,
pero desgraciadamente salió tras una liebre en el último minuto.
No obstante, en mi opinión, mi verdadera iniciación o retorno a la gran búsqueda estuvo relacionado con la venta
de un pointer criado por mí, Remember du Gouyre, a Miguel Parra. Este aficionado español hizo en su momento todo
lo posible para criarlo para la búsqueda y me lo confió para la competición. Los inicios fue-ron difíciles debido a que el perro era muy, muy grande para la búsqueda y comenzó a asimilar
los puntos a la edad de tres o cuatro años. Para mi desgracia, este perro conducido por su propietario me ha vencido en los campeonatos de Europa de pointers de gran búsqueda cuando yo presentaba a Sting (CACIT el primer día y subcampeón de Europa).
A continuación, he presentado a BOY des collines de l’Isars, un setter inglés macho que ha obtenido tres CACIT en gran búsqueda y ha sido vencedor en Boulleaume en 2010. También he tenido ocasión de presentar a BANCO del Mas du Zouave, igualmente vencedor en Boulleaume en 2012 (y que he clasificado con CAC o excelente en todos los países cinófilos de Europa), y después a DITCHO des ROUSSES de la COMBE, que ha sido campeón de gran
búsqueda en 2013 con 1 CACIT y 2 RCAC.
Actualmente cuento con Ditcho para las futuras selecciones, pues este año su regularidad en
España, Grecia y Francia permite presagiar una buena temporada. En cuanto a los jóvenes, el futuro nos lo dirá.
PATRICK TEULIERES